Ya han pasado dos meses desde que
se iniciaron los talleres de padres. Cuatro talleres que han abierto la puerta
del colegio a la formación compartida con los padres. Ha sido toda una
experiencia para el colegio, para las familias y para los profesores que lo han
impartido. Una experiencia creo que positiva.
En el origen de los mismos estaba
el deseo de acercar la realidad del colegio a las familias. Abrir una pequeña
ventana para mirar qué se está haciendo en el colegio y como se realiza. Era
una ventana pequeña pero en la que todos podíamos apoyarnos para mirar y
comprender. Además algunos de los que están haciendo, planificando, proponiendo
en el centro iban a ser lo encargados de enseñarnos a mirar, a comprender y a
amar aquello que son pilares de nuestra propuesta educativa. En segundo lugar
era objetivo de los mismos celebrar de una manera significativa y diferente
nuestros cincuenta años de colegio. Una celebración de trabajo, de encuentro y
de transformación. En tercer lugar los talleres han supuesto una formación de
padres coordinada por los profesores del colegio, por los de casa, para los de
casa, desde casa… Este tercer objetivo ha facilitado las preguntas, el
conocimiento más real y menos ideal de las propuestas educativas que vertebran
la labor de cada día en nuestro centro.
El primer taller sobre innovación
nos acercó a la propuesta metodológica por la que el colegio Virgen del Carmen
ha optado: el trabajo cooperativo, la propuesta de tareas y planificación desde
las inteligencias múltiples para acompañar procesos de maduración donde todos
podamos desarrollar nuestras competencias. Taller muy práctico donde juntos descubrimos que es posible estudiar, y
sobre todo aprender, de otra manera.
El segundo taller nos enseñó a
mirar. Mirar para descubrir que soy diferente al otro, que el otro es diferente
a mi y por lo tanto el itinerario a seguir en su aprendizaje debe partir de su
singularidad y peculiaridad. Lo heterogéneo como generador de riqueza, de
propuestas metodológicas diversas, de actividades y respuestas únicas según los
alumnos. Fue un taller práctico, divertido y nos acercó a una realidad que es
pilar de nuestro proyecto educativo, la atención a la diversidad.
La propuesta del tercer taller
fue la pastoral. Sin este pilar es muy difícil entender todos lo
s demás. El
colegio, su ideario, su permanente mirada al Evangelio como criterio de
discernimiento y de vida se plasma en las tutorías mensuales, en las campañas
de solidaridad, en la oración de comienzo del día… y sobre todo en los pequeños
gestos que riegan cada día lo que hacemos, como detalles que refrescan, dan
vida y hacen crecer. Hacer una tutoría de pastoral como la hacen los alumnos
dio pie para poder comprender la propuesta pastoral del colegio
s demás. El
colegio, su ideario, su permanente mirada al Evangelio como criterio de
discernimiento y de vida se plasma en las tutorías mensuales, en las campañas
de solidaridad, en la oración de comienzo del día… y sobre todo en los pequeños
gestos que riegan cada día lo que hacemos, como detalles que refrescan, dan
vida y hacen crecer. Hacer una tutoría de pastoral como la hacen los alumnos
dio pie para poder comprender la propuesta pastoral del colegio
El último de los talleres fue
sobe la convivencia en el centro. El colegio ayudará a sumar y no se olvidará
jamás, ayudará a leer y seremos capaces de entender una noticia… pero el
colegio debe ayudar a crecer en convivencia. Esto también se aprende, también
necesita estrategias de aprendizaje. De manera práctica y participativa los
padres pudieron acercarse a dos situaciones relacionadas con la convivencia en
el centro. En primer lugar la resolución de conflictos y en segundo lugar el
uso de algunas de las tecnologías y su influencia en la convivencia de la
comunidad educativa.
Podrían haberse hecho más
talleres y sobre otros aspectos pero han sido sobre cuatro de las grandes
propuestas del centro. Estos cuatro (pastoral, innovación, convivencia y
atención a la diversidad) junto la propuesta de crecer en el trilingüismo y la
mejora permanente de la atención personalizada en el Plan de Acción Tutorial
(PAT) conforman aquello sobre lo que edificamos el día a día de nuestro Colegio
Carmelita con dos sedes diferenciadas una en el Centro de Vila-real y otra en
el Centro de Onda.
La asistencia ha sido suficiente.
¿Podría haber sido mayor? Si, por supuesto, pero ha sido la que ha sido. Es
suficiente para iniciar una escuela de padres, una formación sistematizada para
las familias. Ha sido una riqueza encontrarnos con los padres en un contexto de
aprendizaje. Estoy seguro que también ha sido enriquecedor para los padres
descubrir facetas nuevas de los profesores, de los que han o hemos impartido el
taller. Novedades que nos ayudarán a crecer juntos.
Una de las finalidades de estos
talleres no estaba escrita. Pretendíamos que fueran el inicio de una propuesta
anual de formación de padres que el colegio coordina para que mutuamente nos
enriquezcamos. Hay que esperar pero creo que se conseguirá, que el
acompañamiento y el compartir en formación entre familias y docentes no tiene
marcha atrás y que los talleres de formación no han hecho más que comenzar.


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